Inteligencia artificial: desafíos y oportunidades para el futuro de la medicina
En el 2022 la Inteligencia Artificial (IA) fue uno de los máximos sucesos: de un día para el otro se convirtió en una de las herramientas más nombradas y relevantes en el ámbito profesional. Aunque también ha transformado distintas áreas de nuestra vida personal, aún cuando no sabemos de su presencia.
Los desafíos planteados por la pandemia COVID-19 generaron una evolución tecnológica del sector sanitario. Muchos sistemas de salud y organizaciones comenzaron a integrar tecnologías compatibles con IA, como algoritmos diseñados para ayudar a monitorizar y analizar a pacientes con coronavirus. Se espera que para 2025 los sistemas de IA puedan responder de forma independiente a cuestiones específicas de los pacientes, en especial tras la crisis sanitaria. De este modo, la salud puede evolucionar a una gestión completamente personalizada.
Pero, comencemos por el principio:
La Inteligencia Artificial se enfoca en crear sistemas informáticos que pueden realizar tareas que típicamente requieren inteligencia humana, como el aprendizaje, la percepción y la toma de decisiones. La IA se basa en algoritmos y modelos matemáticos para analizar grandes cantidades de datos y aprender patrones, y utiliza esos patrones para tomar decisiones o realizar tareas.
Ésta permite realizar distintas acciones en una amplia variedad de campos, y el campo de la medicina no está exenta. Los profesionales de la salud y centros médicos están encontrando en la Inteligencia Artificial una herramienta cada vez más valiosa para mejorar la calidad de la atención médica y facilitar el trabajo del personal sanitario. Sin embargo, esto no quita que la escucha, la presencia y la atención personalizada sean el verdadero diferencial para los pacientes.
Veamos algunas de las tareas que la IA puede realizar en el campo de la medicina:
Reducción del margen de error: Uno de los principales beneficios es su capacidad para analizar gran cantidad de datos y encontrar patrones y relaciones que no son evidentes para los seres humanos. Esto les permite tomar decisiones más informadas y precisas sobre el tratamiento y la prevención de enfermedades.
Detección precoz y diagnóstico de enfermedades: la IA puede ayudar a los profesionales de la salud a identificar y diagnosticar enfermedades de manera más temprana y precisa. Por ejemplo, los algoritmos de aprendizaje automático pueden analizar las imágenes médicas para detectar anomalías y ayudar a los médicos a interpretar mejor los resultados. Asimismo, se están desarrollando aplicaciones de IA que pueden detectar enfermedades en las fases tempranas, lo que aumenta las posibilidades de un tratamiento exitoso.
Acelera el desarrollo de fármacos: la IA podría ayudar a reducir el coste de desarrollo de nuevos fármacos, ya que es capaz de mejorar el diseño de los fármacos y encontrar la combinación de medicamentos prometedores.
Diseño de tratamiento personalizado: Con la IA, los profesionales de la salud pueden analizar los datos de un paciente, como su historial clínico y los resultados de las pruebas, para crear un plan de tratamiento individualizado que se adapte a las necesidades y características únicas del paciente.
Eficiencia de los ensayos clínicos: el desarrollo de la tecnología puede ayudar a acelerar el tiempo de los ensayos clínicos, puesto que proporciona una búsqueda más rápida de los códigos médicos asignados a los resultados de los pacientes.
La IA está transformando la forma en que los centros médicos gestionan sus procesos y recursos. Por ejemplo, los sistemas de IA pueden ayudar a predecir la demanda de servicios médicos, lo que permite a los centros planificar mejor sus recursos. O, con un asistente virtual de atención médica, le ofrece a los pacientes comunicación las 24 horas. Este sistema puede despejar dudas o responder preguntas basadas en el historial médico, las preferencias y necesidades personales del paciente.
Sin duda, la IA es una tecnología emocionante y transformadora que puede mejorar la eficiencia y la precisión. A pesar que jamás reemplazará el contacto cálido humano, a medida que la tecnología continúa evolucionando, es probable que la IA desempeñe un papel cada vez más importante en la forma en que trabajamos y vivimos.